La palabra Fibromialgia viene del latin fibro (fibra), myo (músculo) y del griego algia (dolor).

Se le llama también: Síndrome del cansancio crónico.

Se trata de dolores crónicos de los músculos y del esqueleto que se producen en el cuerpo. Aumentan a lo largo del día para alcanzar su nivel máximo durante la noche. Por lo que interfiere profundamente en la vida diaria.

Estos dolores vienen acompañados con muchos otros problemas, entre los que podemos citar la fatiga crónica, dolores de cabeza, trastornos digestivos, reflujo gastroesofágico, estreñimiento, cistitis, piernas sin descanso, enfermedad de Raynaud, alteraciones de la memoria o daños de la tiroides, trastornos del sueño y particularmente en la fase 4, que corresponde al relajamiento muscular.

De manera general, las personas que sufren de fibromialgia, sienten malestar caracterizado por dolor generalizado y puntos hipersensibles asociado con una fatiga significativa.

“Se le puede atribuir al desarrollo de la fibromialgia la saturación progresiva de moléculas bacterianas y de origen alimenticio procedentes del intestino delgado”.

¡La fibromialgia es un estado orgánico! Se podría describir

de la siguiente manera:

Factores:

  • Un terreno ácido (desequilibrio ácido-básico de nuestro terreno, que conlleva a la inflamación. En la mayoría de las veces el punto de comienzo de la enfermedad es provocado por una disbiosis y/o una mucosa intestinal hiperpermeable. El organismo no consigue drenar numerosos desechos ácidos y como consecuencia se produce la inflamación, lo que puede provocar el pasaje en la sangre de moléculas alimenticias y bacterianas irrompibles, depositándose éstas en los músculos y el cerebro.
  • Cuando se depositan en las celulas musculares, se avanza progresivamente hacia el dolor.
  • En cuanto a las células tendinosas, no fabrican suficientes proteoglicanos, elastina y colágeno necesario para asegurar la estructura normal del tendón, lo que lleva a una intolerancia al esfuerzo, traduciéndose en dolores tendinosos.
  • Las celulas cerebrales (neuronas y astrocitos), no funcionan normalmente, lo que provoca el cansancio, las alteraciones del sueño, los dolores de cabeza, el nerviosismo y el síndrome de las piernas cansadas.

Causas:

  • Vacunas múltiples y repetidas.
  • Ciertos tratamientos medicamentosos (el abuso de los antibióticos).
  • Déficit de la serotonina cerebral (vinculo reconocido con la depresión, las migrañas y los desórdenes gastrointestinales), la alteración de la proteína P, que aumentaría la sensibilidad al dolor y a la depresión, también conocido como distonía neurovegetativa, habría una bajada del sistema simpático (bajada de la tensión arterial, disminución del ritmo cardiaco, aumento de los movimientos intestinales, etc), sensibilidad al frio, retención de líquidos, sensibilidad en la vejiga en algunos casos…
  • Hipotiroide con carencia en T3 y/o una falta de progesterona.
  • Una mala higiene de vida (conjunto de factores que generan un estrés oxidativo y psicológico).
  • Un factor importante a tener en cuenta es el estrés psicológico, lo que tendrá una acción inmuno-depresiva, vaso-constrictiva (estomacal), desequilibra la flora intestinal, altera las secreciones digestivas y frena la eliminación de toxinas.

También tener en cuenta que la fibromialgia puede estar asociada a un estado de desvalorización en los esfuerzos que uno hace para ser comprendido, aumentados por la creencia de que “es nuestra culpa si las otras personas no nos comprenden”. La persona que la sufre puede pensar “no llegaré nunca a hacerme entender”. Al mismo tiempo, cree que no es digno de ser amada/o, lo que puede conducir a veces a ser duro con uno mismo.

Tener en cuenta la capacidad de afirmarse y saber decir: NO.

No ser absorbidos por los otros, no estar siempre respondiendo a las solicitudes de otras personas de nuestro entorno. (Evitar las influencias negativas de origen nervioso e impulsivo).

La pregunta que se podría hacer uno mismo sería:

¿Vivo con el sentimiento de que nunca llegaré a hacerme entender por las personas importantes para mí?

¿Me culpabilizo por las dificultades que encuentro al relacionarme con otras personas?

Otras causas:

  • Abuso del ordenador, teléfono móvil, conexiones wifi (campos electromagnéticos pulsados).
  • Inactividad física.
  • Falta de sueño.
  • Horarios irregulares en las comidas.
  • Comidas en un entorno de estrés.
  • Alimentación indigesta, asociaciones de alimentos indigestos como las mezclas de cereales, frutas, frutos secos, miel y yogurt o leche. Comidas acompañadas de bebidas gaseosas, ingesta de productos ricos en grasas saturadas como: pastelería industrial, charcutería, helados y confituras industriales. Evitar la miel (que es ácida una vez ingerida), la leche, la asociación de almidones y frutas. El exceso alimenticio, sobre todo el glucidico y el lipídico, desgasta el tubo digestivo.
  • Evitar el café y el alcohol.
  • Evitar el uso de aceite de girasol, de maíz o de palma, la mayoría de las veces cargados en ácidos trans (parcialmente inasimilables).
  • Evitar los alimentos con aditivos, edulcorantes…
  • El picoteo entre comidas, que favorecerá la disminución de la vitalidad sobre el metabolismo anabólico (masticación, digestión, absorción, asimilación).
  • El abuso de las proteínas lácteas (caseina) y de los cereales (gluten, gliadina).
  • La carencia en omega 3 y 6.
  • La deficiencia en vitaminas como la B1 o tiamina, (la vit B6 favorece su asimilación) y la vitamina E o tocoferol.
  • La carencia en minerales como el magnesio, potasio…Y aminoácidos como la arginina, (evita el agotamiento de la serotonina).
  • La falta de triptofano, que es precursor de la serotonina.
  • Una sobrecarga en calcio. En caso de estrés, el organismo secreta noradrenalina, lo que conlleva la entrada de calcio en la célula. Es el magnesio el que juega el papel de inhibidor del calcio y controla su entrada en la célula. Pero si sufres de un estrés crónico, el magnesio deficitario no puede jugar su papel de regulación. Cuando en la célula hay gran cantidad de calcio, puede producirse tensiones y fuertes contracciones musculares.
  • Otros nutrientes como el ácido málico o malatos que provienen de fuentes alimenticias (y podemos encontrar en las manzanas por ejemplo), juegan un destacado papel (asociado al magnesio) en la generación de ATP, (energía celular) y en diversas enzimas prodigestivas, tales como: lipasa, amilasa, tripsina, quimiotripsina, pancreatina, papaina y bromealina.

No hay que descartar la influencia de sensibilidades alimenticias o alergias, sobre todo respecto a algunas solanáceas como: patata, berenjena, tomate, pimiento e incluso tabaco, que por acúmulo de colesterina pueden causar inflamación, dolor, rigidez o espasmo muscular.

Una correcta y constante higiene alimenticia, tendrá numerosos beneficios para favorecer la mejora de la enfermedad.

Es precisamente la alimentación moderna industrializada junto con malos hábitos y otros factores, lo que puede inducir el avance de la enfermedad.

En el próximo articulo hablaremos sobre cómo comprender el origen de la enfermedad y cómo tratar de mejorarla.

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