Durante millones de años de nuestra evolución, nuestro sistema inmunológico, desde una especie viviente unicelular hasta el Homo Sapiens, ha desarrollado sus capacidades de manera espectacular.
Nuestro sistema inmunológico está programado para mantenerse en equilibrio. Una parte muy importante de este sistema innato está formada por barreras como la piel y las mucosas. Estas forman una barrera impenetrable, y son una primera linea de defensa contra las agresiones de nuestro entorno interno o “mundo interior” y el mundo exterior, lleno de estrés, patógenos y toxinas. La mucosas que recubren las paredes internas de nuestro cuerpo, el estilo de vida de hoy, más acelerado, junto con el consumo de comida rápida altamente procesada, conduce a una mala alimentación, (alimentación rica en grasas, azúcares, sal, aditivos…). Pero también, se ven alteradas por el medio ambiente, la polución, los químicos…
Para que el sistema inmunitario funcione correctamente, es fundamental que estas barreras estén intactas, y que la microflora intestinal, se mantenga equilibrada y las proteja.

LA IMPORTANCIA DE LOS INTESTINOS PARA MANTENER UNA BUENA INMUNIDAD
Nuestro intestino, llamado “segundo cerebro”, forma el sistema de barrera protectora más importante. En individuos sanos, consiste en una fila intacta de células de la pared intestinal recubierta de una mucosa protectora y un equilibrio entre diferentes bacterias probióticas (buenas).

De ahí, la importancia de mantener una buena salud intestinal. Hipócrates ya lo sabía 400 años antes de Cristo: “Todas las enfermedades empiezan en el intestino”.
Estudios científicos demuestran que un intestino sano, y en particular una flora intestinal sana, es importante para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos neurológicos, enfermedades autoinmunes, inflamatorias, alergias, etc.
PARA UNA BUENA ABSORCIÓN

Una adecuada digestión es primordial si queremos tener buena salud. Para mantener una óptima inmunidad, es importante conservar una buena salud intestinal. Ambas son extremadamente importantes para absorber los nutrientes adecuados (vitaminas, minerales, aminoácidos, grasas, glúcidos…) necesarios para mantener una salud física y para poder producir otras sustancias indispensables (enzimas, hormonas, neurotransmisores, etc…) para mantener nuestro equilibrio homeostásico (estado de equilibrio entre todos los sistemas del cuerpo que se necesitan para sobrevivir y funcionar correctamente)
Por eso, es importante adoptar buenos hábitos alimenticios asociados a una dieta sana y equilibrada, en función de nuestro perfil biológico y de nuestras necesidades específicas.
Un aspecto muy importante que se debe tener en cuenta, es que nuestro organismo al igual que un vehículo, necesita revisiones para mantener su buen estado de funcionamiento.
LA DETOXIFICACION EFECTIVA
La desintoxicación es fundamental para mantener la homeostasis en el cuerpo físico y psicológico. Las células, cada día, realizan su trabajo y producen desechos o toxinas, de origen interno. Además, absorbemos por vía digestiva, respiratoria y cutánea diversas sustancias, conocidas como toxinas de origen externo, de las que el organismo también debe deshacerse.
El colon juega un papel colector. Recupera desechos de otros órganos desintoxicantes para expulsarlos del organismo. Esta es la razón por la que el estreñimiento, por ejemplo, puede ser muy perjudicial para la salud intestinal y, por lo tanto, para la salud en general.
EL ESTRES Y SU IMPACTO SOBRE LA SALUD INTESTINAL

El estrés, puede afectar negativamente a la salud intestinal. La activación de nuestro eje de estrés, eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal y las hormonas adrenérgicas, disminuye el aporte energético al órgano digestivo de la composición del microbio intestinal y reducen la pared intestinal, lo que aumenta la inflamación (intestino permeable, permeabilidad intestinal), lo que socava aún más la función de barrera.
También se podría añadir que el sedentarismo, comer demasiado y/o con exceso, no tener demasiados desafíos o la falta de reacciones a nuestro entorno, son situaciones patógenas. Dicho de otra manera, la “facilidad” tampoco es un aliado para mantenernos en un buen estado de homeostasis. Darle a nuestro cuerpo un poco de “estrés positivo” de vez en cuando, nos mantiene saludables. El movimiento es vida: Un mínimo de actividad física o un paseo por un entorno natural, es ideal incluso para las personas mayores.
HIDRATACIÓN EN TODO

Beber agua de débil mineralización es importante, eso es evidente. Las recomendaciones son de beber 1,5 litros al día. El agua es fundamental para la hidratación y eliminación de toxinas del organismo. Al mismo tiempo, la falta de hidratación hace que nuestras mucosas no estén protegidas por una película hidráulica y los patógenos puedan penetrar más fácilmente.
CÓMO CONTRIBUIR EN TU SALUD INMUNITARIA – DIGESTIÓN Y PIEL
La prevención, una buena higiene alimenticia y un ritmo de vida saludable, pueden darnos la protección que necesitamos.
Pueden encontrar en la web, estos dos complementos para contribuir a la salud del sistema inmunitario y digestivo así como al equilibrio natural de la piel.
Los fitonutrientes, vitaminas, minerales, aminoácidos, esteroles, mucopolisacáridos… Pueden mejorar en gran medida nuestro sistema inmunológico y digestivo.
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Saludos y hasta la próxima semana!
Antonio Cañas.